El sueño de cualquier persona con dolores musculares constantes o crónicos, problemas de movilidad o pesadez corporal es encontrar un objeto o terapia capaz de aliviar o acabar con ellos, de forma rápida, sencilla e indolora. Para ello, desde hace un tiempo, ha entrado en juego el foam roller o rodillo de fisioterapia.
Se trata de un rodillo de, en general, 15×63 cm, compuesto de goma-espuma y tapizado en skay. Precisamente, este material es el que permite que la mayoría de los foam roller presenten una superficie rugosa, característica que facilita el acceso a nudos y puntos de dolor.
Su empleo parece sencillo, pero solo lo es para los profesionales de la fisioterapia. Con ello queremos decir que para que usar un rodillo resulte beneficioso, como mínimo, el paciente debe estar supervisado por un profesional o haber recibido formación previa. Así que, si quieres ofrecer un nuevo y muy demandado servicio de fisioterapia, quédate, que te contamos todo lo que necesitas saber sobre el mundo del foam roller.
La terapia miofascial encuentra en el foam roller un aliado
Además de por huesos y músculos, el cuerpo humano está compuesto por fascias. Seguramente, ya sabes lo que son, una especie de membrana invisible que protege y conecta todo el cuerpo.
En ocasiones, las malas posturas, contracturas, caídas, malas digestiones… anquilosan las fascias y el dolor generado en una zona se extiende a otras de alrededor o muy alejadas. Por ejemplo, a veces, una digestión pesada puede generar nudos de dolor en la espalda.
La terapia miofascial, precisamente, relaja las fascias para que recuperen su elasticidad habitual y, con ello, los dolores remitan. Para ejercerla, existen 2 herramientas principales:
- Las manos de los fisioterapeutas
- La ayuda del foam roller
De hecho, la llegada del foam roller te permite trabajar con más zonas del cuerpo en una única sesión. Si estás relajando la espalda, el paciente (previa explicación) puede estar destensando sus cuádriceps o sus tibiales superiores.
Otros usos del foam roller
Los pacientes suelen odiarlos, pero son imprescindibles para que el trabajo manual de los fisioterapeutas surta todo el efecto: ejercicios para casa.
Por eso, otros usos alternativos del foam roller tienen que ver con algún que otro ejercicio para relajar la musculatura o para extender la columna.
Tanto en la columna como determinados puntos del cuerpo, la tensión se acumula a raudales. Para aliviar, para que la sesión de fisio sea efectiva del todo y, también, para mejorar el estado de bienestar del paciente, el rodillo de masaje tiene que convertirse en su gran amigo postural.
En otro orden de cosas, es decir, sin sesiones de fisio de por medio, el rodillo funciona como liberador de toxinas, cuando se utiliza antes de entrenar. Gracias a ello, se previenen las lesiones.
Como ves, son todo ventajas. Por tanto, ¿a qué esperas para hacerte con unos cuantos foam roller y recomendarlos a tus pacientes? Recuerda que este y un sinfín de productos de fisioterapia y rehabilitación puedes encontrarlos en nuestra tienda online de VIALTA. ¡Te esperamos!
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