Debido a la pandemia del coronavirus ha provocado en la sociedad la utilización de una serie de productos con un mayor uso, que anteriormente no lo tenían. Algo parecido ha pasado con los termómetros infrarrojos, donde su utilización ha crecido en los aeropuertos y sobre todo en establecimiento sanitarios, que son responsables de tomar la temperatura a los enfermos de forma muy rápida y sin contacto alguno por parte del personal sanitario. Esto los hace clave para emplearlos en enfermedades contagiosas, como el coronavirus, y consiguiendo un ahorro de tiempo y energía porque antes era necesario desinfectarlos por cada paciente que se utilizaba. 
Pero…, ¿Por qué es la forma más segura de tomar la temperatura?
Un termómetro infrarrojo es la forma más segura de tomar la temperatura. El motivo que lo afirma es su principal ventaja de detectar la fiebre desde la frente sin contacto directo. Esto es muy beneficioso para reducir el riesgo del contagio de cualquier virus, microorganismo y demás patógenos responsables de multitud de enfermedades.
Y…, ¿Cómo funciona?
Para su funcionamiento, primero tenemos que contar con la premisa de que el calor es la radiación. Entonces el termómetro infrarrojo mide la cantidad y la emisividad de esa radiación convirtiéndola en una corriente eléctrica que muestra un número en la pantalla de este, la temperatura, que en segundos queda registrada.
Pero su precisión y función depende mucho de la calidad del aparato. Por un lado, están los domésticos que sirven perfectamente para saber la temperatura corporal, siendo igual que los tradicionales. Y, por otro lado, existen otros más complejos que pueden llevar sensores de temperatura ambiente para eliminar el error teniendo una precisión perfecta.
También hay que tener en cuenta las ventajas que tiene su utilización:
- Medición sin contacto
- Medición rápida
- Permite un control de la temperatura de forma ágil, fácil y segura
¿Cómo usarlos para medir correctamente la temperatura?
Todos estamos acostumbrados al método tradicional, el termómetro clásico debajo de la axila. Pero desde hace unos años existe otro tipo de modelo, el de infrarrojos, que como hemos mencionado anteriormente determina mucho más rápido la temperatura corporal y sin contacto alguno en la piel. Para su uso correcto se recomienda lo siguiente:
- Antes de su uso, primero el dispositivo tiene que estar siempre guardado cuando no se esté utilizando y que permanezca en la habitación en la que se va a utilizar para que se aclimate durante unos 10 minutos
- Un factor que puede afectar o dar error a la medición es que la persona a la que se tome la temperatura haya estado a temperaturas muy altas o bajas. En este caso, se recomienda que repose el mismo tiempo y en el mismo entorno donde se encuentra el termómetro
- Comprobar que el termómetro este limpio y muy importante no tocar ni soplar el sensor que mide la temperatura
- Cuando se vaya a utilizar para medir la temperatura de la frente hay que procurar que el paciente sometido no se mueva. Gracias a esto, se obtendrá un resultado exacto
En definitiva,
Los termómetros de infrarrojos se tratan de productos fiables para evitar y prevenir el contagio de los virus gracias a la ventaja que tiene de no tener contacto ya que a distancia facilita la temperatura a la que nos encontramos. Aparte de tener una respuesta al instante y un uso fácil.