Al hablar del cuidado a personas mayores, la hipertensión siempre aparece en escena. Esto es debido a que es uno de los principales factores de riesgo de muerte, por causas no congénitas, en las sociedades occidentales. Se calcula que en España afecta al 42,6% de la población, cifra que podría aumentar en los próximos años debido al envejecimiento paulatino de la población.
Controlar y tratar la tensión arterial en nuestra población mayor es una de las prioridades de la medicina preventiva centrada en el cuidado de las personas mayores. Un chequeo periódico, indoloro y nada molesto puede aportar al médico mucha información sobre el estado de salud del anciano: detectar la hipertensión y prevenir enfermedades cardíacas, cuyo desenlace pudiera ser fatal.
¿Cuándo hay tensión arterial normal o hipertensión?
Para realizar un adecuado cuidado a personas mayores, se hace fundamental conocer los 2 tipos de tensión arterial que existen:
– Tensión arterial normal. Consiste en una mínima (presión diastólica) entre 80 y 84 mmHg y una presión máxima (sistólica) entre 120-129 mmHg.
– Tensión arterial alta o hipertensión. En este caso, los niveles habituales superan los 90 mmHg de mínima y los 140 mmHg de máxima.
Cuidado a personas mayores y la tensión arterial, ¿por qué aumenta con la edad?
La tensión arterial depende de la cantidad de sangre que bombea el corazón en cada latido y del estado de las arterias. De jóvenes son elásticas y se amoldan sin problemas al volumen de sangre que bombea el corazón. Por ejemplo, será mayor cuando nos ponemos nerviosos o realizamos algún tipo de actividad física exigente.
Con la edad, las arterias pierden elasticidad, proceso que forma parte del deterioro natural del cuerpo debido al envejecimiento. Esto hace que ejerzan una mayor presión sobre la sangre, en cuanto se somete el cuerpo a un esfuerzo físico o emocional (un susto o una situación de estrés, por ejemplo).
Debido a ello, es normal que personas que jamás tuvieron problemas de tensión en su juventud tengan hipertensión al llegar a ancianos. La hipertensión puede provocar angina de pecho, insuficiencia coronaria, arritmias, arterioesclerosis, aneurisma, ictus e infarto.
Pero la hipertensión por la edad también puede agravarse por factores evitables. Aunque hay medicación específica para bajarla, el personal sanitario centrado en el cuidado de las personas mayores hace especial hincapié en evitar los siguientes malos hábitos:
- Tabaquismo
- Consumo de alcohol
- Obesidad
- Dieta alta en sal. También se recomienda reducir el consumo de carnes rojas y aumentar la ingesta de ácidos grasos Omega 3 (aceite de oliva, aguacate…).
Cómo controlar la tensión en personas mayores
La tensión arterial se mide con un tensiómetro (su nombre técnico es esfingomanómetro). La propia persona puede tomarse la medida a sí misma en su propia casa, siempre en una situación de calma y sentada cómodamente sin cruzar las piernas.
Eso sí, conviene tomar dos medidas de forma seguida, apuntar ambas y llevar ese registro a la próxima consulta con el médico.
El tensiómetro puede ser de brazo o de muñeca:
– Tensiómetro de brazo. El brazalete o manguito hinchable debe colocarse dos o tres centímetros por encima del codo. Durante la toma, la palma de la mano quedará abierta y hacia arriba y el codo se mantendrá ligeramente flexionado a la altura del corazón. La lectura puede ser analógica o digital.
– Tensiómetro de muñeca. En este caso, la muñequera debe situarse a la altura del corazón.
Para garantizar el óptimo cuidado a personas mayores, si tú o el paciente no sois muy diestros o no os sentís seguros, ¡tranquilo!, ya que siempre puede realizarse el control de la hipertensión en la farmacia o en su centro de salud.
Controlar tu tensión sanguínea o la de personas mayores a tu cargo evita la hipertensión y asegura la salud del corazón. ¡No esperes a mañana para tener tu propio tensiómetro en Vialta!